lunes, 1 de febrero de 2010

Vos también tenias ganas.
Lo notaba por las tardes cuando te asomabas con el ocaso,
con esa picardía atrayente entre los dientes.

Pero mi esencia estaba en las noches.
Esas en las que tu ausencia reclamaba mi huida.
Y así sentenciabas a mis labios a perseguirte hasta encontrar el fuego.

Se que no fue nunca mi forma,
jamas pensé que pasaría.
 Era algo tan efímero que mordió mi alma dándole rienda al deseo.

Pero lo dulce se esfuma con la mínima gota amarga.
Y no fuiste lo suficientemente dama para que te recuerde con respeto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario