martes, 21 de junio de 2011

veo mis manos, las observo amarradas entre si, como se enlaza crudamente cada falange superior.
entre ellas un espacio deslumbra mi mirar, es luz ,una luz. amarillo es el color que emerge sin poder detenerse.
algo saluda e invita a reconocer un nuevo plano, detrás de todo unos ojos acariciando verdes.

el instante llena el alma de delicado y cálido equilibrio, se llena el interior, cantan los ojos.

filtra frió a través de los cuadriformes vidrios. en las manos, un fuego iluminando en radiación.

lo verde, desde allá, mirando todo. hablando en silencio sin quererlo. desifrado en el aire del plano.

la luz como contraseña conocida hacia la verdad. mientras el amarillo sigue filtrándose cuan el frió por los cuadrilongos.

siempre rodando.

seguimos aca.