Mientras bajo la escalera y veo la cara del delirio hacerse llama.
Atrás esta la mentira. avaricia y obscenidad.
Las curvas cada vez mas precipitadas en un andar de zorro suelto.
Las luces de la noche alucinan fervor,
mientras lo tenue se torna luminoso cristalizando el ser.
Y allá arriba se siente tanto el amor.
Empedrado me encontré bajo el zaguán de mis recuerdos.
Y recordé las veredas,
aquellas tan estudiadas algún día.
Quizá no encuentre como cerrar pero algo se me va a ocurrir.
Y voy saltando y andando entre sollozados cuerpos.
Y nada perturba el andar.
Y al darme vuelta para contemplarte me doy cuenta que nunca he existido.
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